No hay duda. Lo dejan claro las estadísticas que desglosaré a continuación, pero más allá de los fríos aunque implacables números, las sensaciones son poco halagüeñas para los de púrpura y oro, cuya popularidad en Los Ángeles, no obstante, sigue intacta a pesar de que sus vecinos, los Clippers, sean mucho más atractivos hoy día por su juego y espectacularidad.
Desde que estoy en la ciudad este equipo me ha malacostumbrado y me ha hecho vivir momentos inolvidables. La llegada de Gasol a la franquicia llevó al equipo a tres finales consecutivas, dos de ellas culminadas con el título. En 2008 cayeron frente a Boston (en la imagen, Steven Spielberg y su característica gorra) pero después enlazaron sendos anillos frente a Orlando y la posterior venganza contra los Celtics.
En esas temporadas incluso se especulaba con la posibilidad de que las plantillas que dirigía Phil Jackson se encontrasen entre las mejores de la brillante historia angelina. Pero el crédito se agotó; las lesiones, la edad y el cansancio hicieron mella y llegó la debacle contra Dallas en las semifinales del Oeste en 2011.
Jackson se retiró. Gasol estuvo a punto de ser traspasado. Odom, clave desde el banquillo, dejó el equipo. También lo hizo el portento físico de Shannon Brown. Se apostó por la mentalidad defensiva de Mike Brown y por reservas como Josh McRoberts, Jason Kapono, Troy Murphy y algunos novatos interesantes.
Todo un lavado de cara para un resultado, hasta ahora, descorazonador. Hay 30 equipos en la liga. Los Lakers poseen el banquillo menos productivo de la NBA, el peor porcentaje de acierto en triples, el peor promedio anotador desde el puesto de '3' -small forward- y uno de los peores desde el puesto de base.
Su registro de 92,7 puntos en ataque supone la peor marca en la historia de la franquicia desde la inclusión del reloj de posesión en 1953. Este año, además, les hemos visto partidos sin anotar un solo triple (0/11, Portland, 5 de enero), ganar a la europea (73-70, Dallas, 16 de enero) o cometer 27 pérdidas de balón (90-82 frente a Memphis, 8 de enero), una cifra sólo igualada en una derrota ante Philadelphia en 2005.
Pero hay más. No hay un equilibrio entre los tiros que asume Kobe Bryant (en la imagen, a punto de caer derrotado ante Milwaukee) y los balones que reciben Pau Gasol y Andrew Bynum en los tramos finales de choques igualados, cuando todo parece reducirse al "Kobe-sistema". A veces la jugada sale bien, pero choca ver cómo las dos torres angelinas deben apartarse por completo para permitir los constantes aclarados al número 24.
La defensa a los bases rivales es un poema.Jeremy Lin, de los Knicks, les endosó 38 puntos, la mejor marca de su carrera. ¿Qué pueden hacer Derek Fisher, Steve Blake y, en menor medida, Darius Morris y Andrew Goudelock frente a la velocidad de Chris Paul, Russell Westbrook o Derrick Rose?
Las caras nuevas no han solucionado las carencias. Entre Murphy y McRoberts no salen los números de Odom ni de lejos y Kapono, que apenas interviene, ya no es un seguro de vida desde el triple. Por otra parte, aunque Artest (World Peace, perdón) mantiene un alto nivel defensivo, sus triples se confunden con ladrillos y a veces sus movimientos en la pista hacen plantearse dónde quedaron su coordinación y manejo del balón.
El 15 de marzo es la fecha límite para hacer traspasos. ¿Alguien piensa que la plantilla actual de los Lakers seguirá siendo la misma entonces?
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